viernes, 16 de mayo de 2014

ROMANTICISMO

El romanticismo es un movimiento cultural y político originado en Alemania y en el Reino Unido (Gran Bretaña e Irlanda del Norte) a finales del siglo xviii como una reacción revolucionaria contra el racionalismo de la Ilustración y el Clasicismo, confiriendo prioridad a los sentimientos. Su característica fundamental es la ruptura con la tradición clasicista basada en un conjunto de reglas estereotipadas. La libertad auténtica es su búsqueda constante, por eso es que su rasgo revolucionario es incuestionable. Debido a que el romanticismo es una manera de sentir y concebir la naturaleza, la vida y al hombre mismo que se presenta de manera distinta y particular en cada país donde se desarrolla; incluso dentro de una misma nación se manifiestan distintas tendencias proyectándose también en todas las artes.
Se desarrolló en la primera mitad del siglo xix, extendiéndose desde Inglaterra a Alemania hasta llegar a otros países. Su vertiente literaria se fragmentaría posteriormente en diversas corrientes, como el Parnasianismo, el Simbolismo, el Decadentismo o el Prerrafaelismo, reunidas en la denominación general de Posromanticismo, del cual derivó el llamado Modernismo hispanoamericano. Tuvo fundamentales aportes en los campos de la literatura, la pintura y la música. Posteriormente, una de las corrientes vanguardistas del siglo xx, elSurrealismo, llevó al extremo los postulados románticos de la exaltación del yo.
ANTECEDENTES:              
 La expresión se origina en la palabra francesa “roman” , o romance, cuya traducción más adecuada sería novela. En realidad, el adjetivo romántico, tiene un origen bastante anterior al auge del movimiento del romanticismo, y se vincula a la época final del auge de las novelas de caballería. Se considera que fue en Inglaterra, hacia mediados del siglo XVII, que la expresión “romantic” se empleó como una referencia a un tipo de obra literaria que, por los elementos de ficción y fantasía, resultaba parecida a las “novelas”, que en esa época eran las pastoriles o de caballería.
Contextos que enmarcan al Romanticismo:
La revolución industrial inglesa (1760-1840), que desarrolla una clase burguesa y sienta las bases del liberalismo. La revolución francesa (1789), que proclama los principios de libertad, igualdad y fraternidad. La revolución americana con su Declaración de Independencia (1776), que hace de los derechos del hombre su centro y establece la república como forma de gobierno y al pueblo como fuente exclusiva del poder. Napoleón I Bonaparte (1769-1821) militar y gobernante francés, general republicano durante la Revolución y el Directorio artífice del golpe de estado del 18 de Brumario, que lo convirtió en primer Cónsul de la república en 1799; se proclamo Emperador Francés en 1804, Rey de Italia en 1805 hasta 1814. Durante su periodo de casi más de una década, adquirió el control de casi toda Europa Occidental y Central mediante una serie de conquistas y alianzas.

CARACTERISTICAS: 
El romanticismo es una reacción contra el espíritu racional y crítico de la Ilustración y el Clasicismo, y favorecía, ante todo:
·         La conciencia del Yo como entidad autónoma y, frente a la universalidad de la razón dieciochesca, dotada de capacidades variables e individuales como la fantasía y el sentimiento.
·         La primacía del Genio creador de un Universo propio, el poeta como demiurgo.
·         Valoración de lo diferente frente a lo común, lo que lleva una fuerte tendencia nacionalista.
·         El liberalismo frente al despotismo ilustrado.
·         La originalidad frente a la tradición clasicista y la adecuación a los cánones. Cada hombre debe mostrar lo que le hace único.
·         La creatividad frente a la imitación de lo antiguo hacia los dioses de Atenas.
·         La obra imperfecta, inacabada y abierta frente a la obra perfecta, concluida y cerrada.
Es propio de este movimiento un gran aprecio de lo personal, un subjetivismo e individualismo absoluto, un culto al yo fundamental y al carácter nacional o Volksgeist, frente a la universalidad y sociabilidad de la Ilustración en el siglo xviii; en ese sentido los héroes románticos son, con frecuencia, prototipos de rebeldía (Don Juan, el pirata, Prometeo) y los autores románticos quebrantan cualquier normativa o tradición cultural que ahogue su libertad, como por ejemplo las tres unidades aristotélicas (acción, tiempo y lugar) y la de estilo (mezclando prosa y verso y utilizando polimetría en el teatro), o revolucionando la métrica y volviendo a rimas más libres y populares como la asonante. Igualmente, una renovación de temas y ambientes, y, por contraste al Siglo de las Luces (Ilustración), prefieren los ambientes nocturnos y luctuosos, los lugares sórdidos y ruinosos (siniestrismo); venerando y buscando tanto las historias fantásticas como la superstición.
Un aspecto del influjo del nuevo espíritu romántico y su cultivo de lo diferencial es el auge que tomaron el estudio de la literatura popular (romances o baladas anónimas, cuentos tradicionales, coplasrefranes) y de las literaturas en lenguas regionales durante este periodo: lagaélica, la escocesa, la provenzal, la bretona, la catalana, la gallega, la vasca... Este auge de lo nacional y del nacionalismo fue una reacción a la cultura francesa del siglo xvii, de espíritu clásico y universalista, difundida por toda Europa mediante Napoleón.
El romanticismo también renovó y enriqueció el limitado lenguaje y estilo del Neoclasicismo, dando entrada a lo exótico y lo extravagante, buscando nuevas combinaciones métricas y flexibilizando las antiguas o buscando en culturas bárbaras y exóticas o en la Edad Media, en vez de en Grecia o Roma, su inspiración.
Frente a la afirmación de lo racional, irrumpió la exaltación de lo instintivo y sentimental. «La belleza es verdad». También representó el deseo de libertad del individuo, de las pasiones y de los instintos que presenta el «yo», subjetivismo e imposición del sentimiento sobre la razón. En consonancia con lo anterior, y frente a los neoclásicos, se produjo una mayor valoración de todo lo relacionado con la Edad Media, frente a otras épocas históricas.
El estilo vital de los autores románticos despreciaba el materialismo burgués y preconizaba el amor libre y el liberalismo en política, aunque hubo también un romanticismo reaccionario, representado por Chateaubriand, que preconizaba la vuelta a los valores cristianos de la Edad Media. En Alemania, la deriva reaccionaria, que incluía una invitación a regresar a la Edad Media, también se dejó sentir en la obra de algunos de sus máximos inspiradores teóricos, como los hermanos August Wilhelm y Friedrich Schlegel, aunque su paroxismo se encontraría en el opúsculo "La Cristiandad o Europa" (1799) de Novalis, tal como prontamente advirtió el poeta post-romántico Heinrich Heine en "La escuela romántica" (1836). El idealismo extremo y exagerado que se buscaba en todo el romanticismo encontraba con frecuencia un violento choque con la realidad miserable y materialista, lo que causaba con frecuencia que el romántico acabara con su propia vida mediante el suicidio. La mayoría de los románticos murieron jóvenes. Los románticos amaban la naturaleza frente a la civilización como símbolo de todo lo verdadero y genuino.
Principales autores del romanticismo (Análisis)

·         Mariano José de Larra
 Escribió novelas históricas y periodísticas. Nació en Madrid el año 1809 y desde joven se dedicó al periodismo. A los 19 años editó su primer periódico “El duende satírico del día”. Contrajo un matrimonio prematuro y fracasado con Josefina Wetoret. Luego se enamoró de una bella mujer casada, llamada Dolores Armijo. Colaboró en los principales diarios de Madrid, y fue un periodista admirado y popular que firmaba todos sus escritos periodísticos, normalmente bajo el seudónimo de “Fígaro”. Comprometido con la realidad de su época, combatió el retraso, el inmovilismo y la corrupción política. Está dentro del romanticismo liberal. Consideró que la prensa era el mejor medio para divulgar su afán modernizador.

 Obra: Primeramente estrenó el drama titulado “Marcías” y publicó una novela histórica “El doncel de don Enrique el Doliente”. Aunque su obra principal sean sus artículos que son breves piezas satíricas que critican la sociedad, la política y las costumbres de la época. Su romanticismo se aprecia en la visión amarga y pesimista del amor, de la existencia humana y del problema de españa.

·         Gustavo Adolfo Becquer (1836,1871) En realidad su nombre era Gustavo Adolfo Domínguez Bastida, Becquer era el apellido de sus antepasados. Nació en Sevilla el año 1836, ya estaba muerto el rey Fernando VII, no le dio tiempo y tuvo que ser romántico en el realismo. Se traslado a Madrid donde trabajó como periodista y funcionario. Tuvo un matrimonio desafortunado con Costa Esteban. Se enamoró de varias mujeres a quienes evoca en sus poemas y relatos. Vivió períodos de penurias económica y murió en 1871 a causa de una enfermedad pulmonar. Se ha convertido en el símbolo del romanticismo subjetivo e intimista. Se trata de un poeta lírico por excelencia. Sus penurias económicas, le llevaron a componer una serie de poemas sensibles, delicados e íntimos, de formas sencillas y conmovedoras. Su obra se publicó en revistas y diarios de la época, pero su producción poética no vio la luz hasta después de su muerte. Fue una recopilación que hicieron sus amigos más íntimos y publicada con el nombre de “Rimas”. Las “Rimas” son poesías breves de tono popular y gran musicalidad, centrados en dos temas:
 El amor y la poesía.
“Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
 por un beso... ¡Yo no sé
que te diera por un beso!” Por su temática, las “Rimas” suponen una honda mirada hacia el mundo interior del poeta. Los temas eran:
La desesperación, la angustia y la muerte.
En prosa escribió también, por un lado “Cartas desde mi celda” y “Leyendas”. Ambas están realizados siguiendo los gustos románticos.
Las “Leyendas”: es un libro de cuentos, recogidos de las tradiciones populares, que el autor enriquece con elementos fantásticos y poéticos. Becquer tenía el propósito de dar a conocer las tradiciones españolas y evitar que cayeran en el olvido. De esas “Leyendas” las famosas son “El monte de las ánimas” y “Maese Péret el organista”. Aquí se ve que ensalza lo castizo. Las “Leyendas” están ambientadas en la Edad Media o en lugares exóticos. Nos introduce en el mundo de lo misterioso y lo sobrenatural, donde se confunde lo real con lo irreal. Tanto por su lenguaje como por su lirismo, las “Leyendas” pueden considerarse verdaderos poemas en prosa.

·         José de Espronceda (1808, 1842) Nació en 1808 en la provincia de Badajoz (Extremadura). Es el principal exponente del romanticismo revolucionario en su país. Cuando tenía 15 años, fundo la sociedad secreta llamada “Los numantinos”, para luchar contra el absolutismo. Fue condenado y posteriormente indultado, dada su edad. Tuvo una agitada vida política y amorosa. Tuvo que exiliarse a varios países: Portugal, Inglaterra y Francia. Conoció directamente el romanticismo Europeo. Durante su exilio en Portugal, se enamoró de Teresa Mancha a la cual raptó aun estando casada. Murió en Madrid en 1842, es el poeta de los grandes efectos del entusiasmo y de la desesperación. El pesimismo y el desengaño predominan en su obra.

 Obra: cultivó la poesía narrativa (no se sabe si es prosa o poesía). “Pelayo” (fue el que inició la reconquista contra los musulmanes). Esta obra trata sobre la reconquista. También cultivo la poesía lírica (poesía pura). Escribió poemas amorosos, patrióticos y libertarios. Mención especial merecen los poemas dedicados a personajes marginales: mendigos, verdugos, presos condenados a muerte y sobre todo Piratas. En todos los poemas expresa sus sentimientos de libertad y rebeldía. Sus grandes poemas son, por ejemplo “El estudiante de Salamanca”. Es una leyenda con ecos danjuanescos a la que se mezclan la angustia romántica con lo sobrenatural. El estudiante presencia su propio entierro y se casa con el esqueleto de su amada. La siguiente obra es “El diablo mundo”. Es un poema simbólico sobre la existencia. Dentro de esta obra hay una elegía tras la muerte de su amor, llamado “El canto a Teresa”.

Rosalía de Castro Nació en 1837 y murió en 1889. Es uno de los ejemplos más brillantes de la revitalización de las lenguas vernáculas. Era gallega, y revitalizó el gallego y las ideas nacionalistas. En esa segunda mitad del del siglo XIX se dio en la península la revitalización del gallego y el catalán. Se engloba dentro del movimiento del “rexurdimento”, que en Galicia se concreta en un florecimiento de la lírica. Su producción lírica la constituyen dos libros en gallego y uno en castellano. En gallego eran “Cantares gallegos” y “Follos novas”. En castellano era “En las orillas del Sar”. Su poesía se ritua en la linea intimista de Becquer, aunque abarca una mayor amplitud de temas. Siempre está presente el dolor, pero no solo como sentimiento, sino también como respuesta ante realidades de la época dado que en Galicia va haber una gran emigración o miseria que vivía el pueblo gallego. Ofrece una imagen más sencilla de la naturaleza mediante cual lo identifica con Galicia. Formalmente su poesía en cuanto a sencillez, rima asonantada y es antiretórica, se asemeja a la de Becquer. La diferencia está en que Rosalía utiliza verso largo y Becquer no. Siguiendo con el impulso de las lenguas vernáculas, esto ocurre en cataluña: Surge un movimiento literario llamada “Rexaxenca” para reveindicar la cultura en lengua catalana. Tras la muerte de Fernando VII, Carlos Aribau publica su obra “oda a la Patria”. Es un canto a cataluña y comienza a celebrarse “Les jocs florals”. Representan un auge de la conciencia nacionalista. Entre esos poetas de este movimiento, destaca Jacin Verdeguer con un poema épico “L´atlantida” y también “Canigo” (dedicada a los Pirineos). Escribió poemas de tipo religioso como “Flores del calvari” y “Idil.lis”. Uno de los autores más conocidos es Joan Maragall que aborda temas como el amor y la naturaleza en sus obras. Sus obras son “Poesies”, “Oda a Barc

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