viernes, 16 de mayo de 2014

REALISMO

El realismo literario es una corriente estética que supuso una ruptura con el romanticismo, tanto en los aspectos ideológicos como en los formales, en la segunda mitad del siglo XIX.
Aparece aplicado a la literatura hacia 1825 para referirse a la imitación por parte de los románticos de la naturaleza y al detalle descriptivo de algunos de sus novelistas. Más tarde, su significado se precisó para aplicarse a ciertos pintores como Gustave Courbet que, frente a los temas grandilocuentes y las escenografías aparatosas del Romanticismo, llevaban a sus lienzos sencillas escenas de la vida cotidiana; enseguida se aplicó el vocablo a las obras literarias animadas de un propósito análogo de recoger fieles testimonios de la sociedad de la época.
Hacia 1853 en Francia una serie de escritores y críticos presentan ya al realismo como una nueva estética alejada u opuesta a la romántica. En 1856 aparece una revista titulada precisamente Realismo, que en uno de sus números dice:
«El realismo pretende la reproducción exacta, completa, sincera, del ambiente social y de la época en que vivimos... Esta reproducción debe ser lo más sencilla posible para que todos la comprendan».[

ANTECEDENTES:
Al concluir agotados los presupuestos estéticos del Romanticismo se desecharon o se renovaron. Los que desecharon el Romanticismo siguieron la estética burguesa del Realismo; quienes lo renovaron formaron la estética Postromántica.
He aquí sintetizados los rasgos esenciales del realismo, tanto en su orientación temática y enfoque como en sus preferencias estilísticas, aunque hay que hacer algunas precisiones: la reproducción exacta de la realidad toma a menudo como modelo los métodos de observación de las ciencias experimentales. Un gran crítico, Ferdinand Brunetière, señalaría más tarde, en 1883, que "el Realismo viene a ser en arte lo que el positivismo es en la Filosofía". Ya en 1843 Balzac se proponía estudiar la sociedad como un científico estudiaba la naturaleza. Y Baudelaire, en 1851, recomendaba: "Estudiad todas las úlceras como el médico que está de servicio en un hospital". Flaubert consultó tratados médicos para describir la muerte por envenenamiento de su Madame Bovary, y en general los novelistas se documentan rigurosamente sobre el terreno tomando minuciosos apuntes sobre el ambiente, las gentes, su indumentaria, o buscan en los libros los datos necesarios para conseguir la exactitud ambiental o psicológica.
Los escritores dejaron de centrarse en sí mismos y pusieron su interés en la sociedad, observando y describiendo objetivamente los problemas sociales, y para ello se valieron de un nuevo tipo de novela, la novela burguesa. En cuanto a la expresión, prefirieron un estilo más sencillo, sobrio y preciso, en el que adquirió relevancia la reproducción del habla coloquial, especialmente en los diálogos, es decir, adoptando los niveles de lenguaje adecuados a los personajes, que representaban todos los estratos sociales.
Se halla inscrito en un movimiento más amplio que afecta también a las artes plásticas, a la fotografía (que surge con el siglo XIX), y a la filosofía (positivismo, darwinismo,marxismo, método experimental). La estética del realismo, fascinada por los avances de la ciencia, intenta hacer de la literatura un documento que pueda servir de testimonio de la sociedad de su época. Por ello describe todo lo cotidiano y prefiere los personajes comunes y corrientes, basados en individuos reales de los que toma nota a través de cuadernos de observación, a los personajes extravagantes o insólitos típicos del Romanticismo. Esta estética propugna a su vez una ética, una moral fundamentada en la objetividad y el materialismo filosófico.
En cuanto a los procedimientos literarios del realismo, son característicos el uso de la descripción detallada y minuciosa, con enumeraciones y sustantivos concretos; el del párrafo largo y complejo provisto de abundante subordinación, la reproducción casi magnetofónica del habla popular, sin idealizarla, y un estilo poco caracterizado, un lenguaje «invisible» que caracterice personajes, hechos y situaciones objetivamente sin llamar la atención sobre el escritor.

CARACTERISTICAS:
Los rasgos fundamentales del realismo son los siguientes:
·         Procura mostrar en las obras una reproducción fiel y exacta de la realidad.
·         Se opone al romanticismo en su rechazo de lo sentimental y lo trascendental; aspira, en cambio, a reflejar la realidad individual y social en el marco del devenir histórico.
·         Debido a su afán versista o de verosimilitud, el realismo literario se opone asimismo directamente a la literatura fantástica.
·         Hace un uso minucioso de la descripción, para mostrar perfiles exactos de los temas, personajes, situaciones e incluso lugares; lo cotidiano y no lo exótico es el tema central, exponiendo problemas políticos, humanos y sociales.
·         El lenguaje utilizado en las obras abarca diversos registros y niveles de lenguaje, ya que expresa el habla común y se adapta a los usos de los distintos personajes, que son complejos, evolucionan e interactúan influyendo en otros.
·         Las obras muestran una relación mediata entre las personas y su entorno económico y social, del cual son exponente; la historia muestra a los personajes como testimonio de una época, una clase social, un oficio, etc.
·         El autor analiza, reproduce y denuncia los males que aquejan a su sociedad.
·         Transmite ideas de la forma más verídica y objetiva posible.

CONTEXTO HISTORICO:
Su nacimiento está ligado al ascenso, al afianzamiento de la burguesía y a la nueva sociedad urbana originada como consecuencia del desarrollo de la Revolución industrial y el consiguiente éxodo masivo del campo a las ciudades. La mesocracia o clase media preponderante, y progresivamente alfabetizada, impuso sus gustos en materia literaria, pues la mayor parte de los lectores pertenecían a esta clase.
El público estaba interesado, más que por lo lejano en el tiempo y espacio y lo exótico de los románticos, por los problemas próximos y cotidianos de la sociedad contemporánea, siempre presente a través del periodismo, que se desarrolla ampliamente en el siglo XIX después de haber nacido en el XVIII, y de la fotografía, nueva técnica que reproduce al detalle la realidad. En reacción contra el idealismo, se desarrolla el positivismo de Auguste Comte (su Sistema de filosofía positiva se publica en 1850), que rechaza la especulación pura y la metafísica; en Inglaterra domina el pensamiento empírico del utilitarismo (Jeremías Bentham, John Stuart Mill) y el evolucionismo queCharles Darwin expone en su Origen de las especies (1859) pone de moda las ciencias naturales y la clasificación empírica de los hechos, haciendo notar que todos los seres humanos están encadenados al medio ambiente, que los moldea mediante la "adaptación al medio" en una "lucha por la vida" que provoca una "selección natural"; el filósofo Herbert Spencer crea con este fundamento el Evolucionismo socialy cultural, al que se adhiere el mismo Comte. El experimentalismo se desarrolla con el fisiólogo francés Claude Bernard, quien publica en 1865 su método experimental aplicado a la medicina. Por último, se desarrolla una nueva ciencia, la genética, a partir de que el botánico austriaco Gregor Mendel publique en 1865 sus leyes de la herencia. Por otra parte, la izquierda hegeliana desacredita la religión (Ludwig Feuerbach) y las esperanzas de redención fuera de este mundo y, sobre todo Karl Marx, llama la atención sobre los condicionantes económicos y sociales de los pueblos o materialismo histórico y la lucha de clases y afirma que la realidad no debe ser teorizada, sino transformada.
La clase media empezó a notar los efectos beneficiosos del progreso, pero también los nuevos problemas a que daba lugar, hasta entonces desconocidos, como un cambio esencial de valores desde los tradicionales que dominaban en los ambientes rurales a los urbanos, más cínicos, individualistas y materialistas. Este contexto favoreció el realismo como estilo literario y la prosa narrativa como género dominante, puesto que permitía reconstruir la realidad de una forma flexible y alejada de retóricas pasadas y moldes fuera de uso y dejaba libertad al escritor para elegir temas, personajes y situaciones. Por eso la novela fue aumentando su popularidad gracias a su vinculación con la prensa periódica, vehículo a través del que se difundieron, por entregas, numerosas narraciones económicas que, de esa manera, llegaron a un público más amplio que nunca hasta entonces, gracias al abaratamiento de los materiales librarios de impresión y edición y la alfabetización masiva por parte del estado, una de las conquistas de las revoluciones burguesas, para garantizar en principio la igualdad ante la ley.
La libertad política y religiosa, la soberanía popular, el sufragio universal y las reivindicaciones sociales fueron motores que desde ese momento movilizaron en toda Europa a las masas de trabajadores y las impulsaron a participar en los acontecimientos políticos. Doctrinas como el socialismo y el marxismo tuvieron una rápida aceptación y contribuyeron a crear entre los obreros una viva conciencia de clase, que prendió con gran fuerza entre el proletariado urbano, surgido como consecuencia de la revolución industrial, sometido a condiciones de trabajo infrahumanas y que sobrevivía a duras penas en las ciudades. Cuando este proletariado adquirió conciencia de clase entró en pugna con la burguesía, que de ser clase revolucionaria que lucha contra el Antiguo Régimen pasó a ser clase dominante y conservadora.
El origen del realismo literario europeo hay que buscarlo en la literatura española medieval y la novela picaresca española y, en concreto, en la versión que configuró sobre esa tradición el novelista Miguel de Cervantes. El desmitificador modelo cervantino influyó poderosamente en la literatura europea posterior, pero el descrédito por el que pasó el género narrativo durante el siglo XVIII aplazó su influjo europeo hasta bien entrado el siglo XIX, salvo en el caso de Inglaterra, que en el siglo XVIII comenzó su propio realismo de la mano de Daniel Defoe, Samuel Richardson o Henry Fielding, entre otros, y del que buena parte de los escritores realistas posteriores son deudores.
La novela realista europea viene a ser la épica de la clase media o burguesa que ha conseguido —a lo largo de sucesivas revoluciones que le han ido confiriendo cada vez mayor poder (1789, 1820, 1830 y 1848)—, instalarse como clase dominante en todos los aspectos de la vida, incluido el cultural y el estético. Los ideales burgueses (materialismo, utilitarismo, búsqueda del éxito económico y social) irán apareciendo en la novela poco a poco, y en su fase final también irán apareciendo algunos de sus problemas internos (el papel de la mujer instruida y sin embargo desocupada; el éxodo del campo a la ciudad y la mutación de valores subsecuente, por ejemplo). Por otra parte, cuando se vayan reiterando y agotando los temas relativos a la burguesía, la descripción realista irá penetrando en otros ámbitos y dejará la mera descripción externa de las conductas para pasar a la descripción interna de las mismas, transformándose en novela psicológica y generando procedimientos narrativos introspectivos como el monólogo interior y el estilo indirecto libre. Todo ello posibilitó la aparición de movimientos en cierta manera opuestos, como el espiritualismo, por un lado, visible en la última etapa de narradores realistas comoBenito Pérez Galdós, Fiódor Dostoievski y León Tolstói, y el naturalismo, por otro, que exageraba los contenidos sociales, documentales y científicos del realismo, aproximándose a la descripción de las clases humildes, marginadas y desfavorecidas. Los autores tratarán de ofrecer personajes y situaciones comunes, lo que convierte a la obra literaria en una fuente de primer orden para el conocimiento del pasado histórico, aún teniendo en cuenta las precauciones que deben tomarse para un uso documental de las fuentes literarias.

REFERENTES:

En Francia fueron escritores realistas Henri Beyle Stendhal, Honoré de Balzac y Gustave Flaubert. En el Reino Unido destaca Charles Dickens; en Rusia León Tolstói y Fiódor Dostoyevski. En Estados Unidos, Mark Twain; en Chile Alberto Blest Gana, en España Benito Pérez Galdós, Leopoldo Alas Clarín y Emilia Pardo Bazán (véase novela realista). Portugal cuenta con Eça de Queiroz. En Italia, el movimiento se denominó verismo y tiene a su más caracterizado representante en Giovanni Verga. En cuanto a la literatura escrita en alemán, es un movimiento de este sesgo el llamado Biedermeier y pueden considerarse realistas los novelistas suizos Albert Bitzius (que utilizaba el seudónimo Jeremías Gotthelf), Gottfried Keller, Conrad Ferdinand Meyer, el austríaco Adalbert Stifter y los alemanes Friedrich Hebbel, Theodor Storm, Theodor Fontane, Gustav Freytag yWilhelm Raabe, aunque esta estética todavía continuó renovándose durante el siglo XX a través de la obra literaria de Thomas Mann.

Texto Propio:

LEV TOLSTOI - LA MUERTE DE IVAN ILICH - RUSO 


El argumento gira en torno a Iván Ilich, un pequeño burócrata que fue educado en su infancia con las convicciones de poder alcanzar un puesto dentro del gobierno del IMPERIO RUSO. Poco a poco sus ideales se van cumpliendo, pero se dará cuenta de que no ha servido de nada dicho esfuerzo; al llegar cerca de la posición que siempre ha soñado, se encontrará con el dilema de descifrar el significado de tanto sacrificio, y de valorar también el malestar reinante en el pequeño entorno familiar que se ha construido. Un día, se golpea al reparar unas cortinas y comienza a sentir un dolor que lo aqueja constantemente. Dicho golpe es totalmente simbólico; sube a una escalera y cuando está en lo más alto —no solo en la escalera, sino en el estatus que ha tomado en su posición social— cae, y ahí comenzará su declive. Poco a poco, Iván Ilich irá muriendo y planteándose el porqué de esa muerte y de esa soledad que lo corroe, a pesar de estar rodeado de personas en el mundo aristocrático y correctamente que él mismo ha construido.


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